domingo, abril 09, 2017

Astronomía e inventos tecnológicos

En general cuando se habla de astronomía, el grueso de la población piensa en los astrónomos; un grupo de personas dedicadas a observar los astros con sus telescopios, elaborando complejas teorías para explicar lo que miran. Pero hay mucho más que el público no percibe. 

Por: www.elvigia.net 
Esta ciencia es una disciplina que para su correcto desarrollo, ha demandado de técnicas, instrumentos y equipos.

El telescopio. Este fue el primer aparato que amplificó la capacidad ocular de los humanos y aunque no fue directamente inventado por astrónomos –los inventores fueron artesanos no identificados que se dedicaban a la fabricación del vidrio- si fueron ellos los que propiciaron su perfeccionamiento. En los primeros años del siglo XVII, cuando esos instrumentos eran muy rudimentarios, Galileo mejoró los diseños y construyó algunos telescopios que usó en sus observaciones astronómicas, las cuales ampliaron grandemente la percepción que los humanos tenían de su entorno. 

Poco después Kepler ideó una nueva combinación de lentes, que permitió estudios más detallados de los astros. En la misma centuria Newton construyó un telescopio que usaba como elemento óptico principal un espejo. Posteriores mejoras hechas sobre todo por astrónomos, han permitido la fabricación masiva de telescopios que al amplificar nuestra capacidad de mirar objetos lejanos, sirven en actividades tan diversas como las militares, las de vigilancia o las recreativas. Ello también propició la fabricación comercial de lentes, que entre otras cosas son usados en las cámaras fotográficas que manejamos cotidianamente. 

Radiación infrarroja. Hacia fines del siglo XVIII, el astrónomo William Herschel estaba usando un termómetro para medir la temperatura de los diferentes colores de los rayos luminosos producidos por la luz solar, cuando se dio cuenta que más allá de la luz roja, donde ya no veía iluminación, el termómetro sí registraba un cambio de temperatura. Fue así como se descubrieron los rayos infrarrojos, que aunque no podemos verlos directamente con nuestros ojos, en la actualidad son utilizados en muy diversas actividades, como en los dispositivos que permiten mirar en completa oscuridad gracias al calor que emanan de los cuerpos, o los detectores de movimiento usados en labores de vigilancia, así como los sensores que sirven para identificar fugas de calor en las casas. Ese descubrimiento astronómico también  se utiliza en diferentes aplicaciones médicas, permitiendo aliviar dolor del cuerpo en zonas localizadas, "calentando” esas regiones con haces de rayos infrarrojos.

Observatorios astronómicos 
Al finalizar el siglo XIX, comenzó la construcción en diversos países de grandes observatorios astronómicos, equipados con la nueva generación de telescopios reflectores como el que inventó Newton, en los que el principal elemento óptico es un gran espejo curvo con una superficie que es tallada con gran precisión. 

Los cambios de temperatura que sufren estos espejos a lo largo de la noche cuando por razón del trabajo que con ellos se hace están expuestos a la intemperie, ocasionan que las imágenes astronómicas no tengan la calidad requerida por los astrónomos, razón por la que éstos se dieron a la tarea de encontrar un vidrio que sufriera el mínimo de deformación térmica, encontrándolo después de diversas pruebas de laboratorio en un material llamado borosilicato, que es un vidrio que soporta exposición a cambios de temperatura sin sufrir deformaciones apreciables. 
Después del lanzamiento del primer satélite artificial, ocurrido el 4 de octubre de 1957, se hizo necesario contar con sistemas para comunicarnos con ellos, así como para recibir la información que estaban obteniendo, necesidad que llevó desarrollar complejas técnicas de comunicación inalámbrica, mediante las cuales los astrónomos daban a distancia -enormes desde el punto de vista humano- las instrucciones a naves y satélites que comenzaban a explorar la Luna, Venus y Marte. 

La tecnología que para ello se desarrolló, permitió la comercialización de la televisión satelital, que ahora es una constante en nuestra vida cotidiana, permitiendo ver en forma instantánea lo que sucede en lugares remotos. 

Avance tecnológico 
Tanto telescopios como cámaras instalados a bordo de esos dispositivos, han permitido un mejor estudio de los astros, lo que a su vez proporciona información diversa y necesaria para la correcta comprensión de los distintos cuerpos que hay en nuestro sistema planetario, así como para el estudio mismo de la Tierra, lo que ahora se hace en buena medida en forma remota desde los satélites, que sin duda influyen en nuestra vida diaria, al proporcionar datos confiables sobre climatología y meteorología, ayudando a prevenir desastres como los huracanes, lluvias torrenciales, marejadas y sequías, pero igualmente sirven para que sepamos cuándo el tiempo será adecuado para salir al campo o a la playa, a simplemente disfrutar de la vida.

Herramientas inalámbricas como taladros, desarmadores o llaves para tuercas como las que ahora podemos conseguir en cualquier ferretería, fueron desarrolladas para los trabajos que los astronautas se ven obligados a realizar en la Estación Espacial Internacional o en el Telescopio Hubble, ambos orbitando alrededor de la Tierra.

Filtros para el agua, detectores de humo, toda una industria de preparación de alimentos listos para su consumo y los circuitos electrónicos miniaturizados o microchips presentes en computadoras y teléfonos celulares y sus dispositivos auxiliares, todos tuvieron su origen en investigaciones realizadas para hacer avanzar nuestro conocimiento astronómico.  

Estos ejemplos son solo algunos, ya que la investigación astronómica ha contribuido de manera importante a la actual Revolución Tecnológica, la cual sin duda está transformando nuestra vida, mostrando que la aplicación correcta de la ciencia y la tecnología, pueden resolver los grandes problemas de la humanidad.

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