viernes, diciembre 26, 2014

La secreta alianza Andrade-Blanco para sacar adelante la reforma laboral

Por: Alejandra Urquieta y Marcela Jimenez 
Publicado en www.elmostrador.cl
La falta de experiencia, vínculos y redes en el mundo laboral de la titular del Trabajo, pesaron a la hora de pedir “ayuda” al ex secretario de Estado, que partió como una asesoría permanente que luego se transformó en una poderosa unión de fuerzas para posicionar a la reforma y sus contenidos en la agenda gubernamental, presentándola antes de fin de año y con sus ejes centrales sin mayores modificaciones.

Las reuniones están a la orden del día para afinar los detalles del proyecto de reforma laboral que este lunes debería ser firmado por la Presidenta Michelle Bachelet y enviado al Congreso para su tramitación. Un hito que estuvo en más de una ocasión pendiendo de un hilo y respecto al cual algunos de sus principales actores se han jugado todo su capital político para llevarlo a buen puerto. Tránsito en el que ha sido clave la alianza estratégico-política de la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, con el Partido Socialista y en particular con su timonel, Osvaldo Andrade.

“Me consta personalmente todas las reuniones que ha tenido la ministra Blanco”, dijo el martes Andrade, una frase que refleja mucho de la cercanía y coordinación política de la secretaria de Estado con el diputado para sacar adelante la agenda laboral y sortear las presiones que han imperado desde mediados de año para postergar la iniciativa.
Ambos se conocieron y entablaron cierto diálogo al alero del trabajo del comando de campaña presidencial el 2013, pero no fue hasta que Blanco fue nombrada como ministra en enero de este año que –tal como confirman en la propia repartición– ella optó por recurrir a Andrade para solicitarle su consejo, considerando que el diputado fue bien valorado mientras ocupó el mismo cargo durante tres de los cuatro años del primer mandato de Bachelet.
Se reconoce que al momento de ser nombrada, Blanco no tenía experiencia, vínculos ni redes en el mundo laboral, lo que para muchos en el oficialismo fue visto como una debilidad. Ahí radica la razón de pedir “ayuda” a Andrade, la que comenzó como una suerte de asesoría permanente y consejos políticos pero que, con los meses –agregan en el PS–, mutó en una alianza político-estratégica para que la agenda laboral lograra llegar a este momento.
La alianza Andrade-Blanco quedó plasmada en la foto en la portada de Economía y Negocios de El Mercurio el 12 de diciembre pasado, en que los ex titulares de Trabajo de la Concertación –Germán Molina, Ricardo Solari, Yerko Ljubetic y Osvaldo Andrade– aparecieron respaldando públicamente a la actual líder de la cartera, rechazando darle “gradualidad” a la reforma laboral. Movida que le quitó el piso al ministro de Hacienda, Alberto Arenas (PS), quien había garantizado ante los empresarios dicha gradualidad. Es más, durante elChile Day realizado en Londres a mediados de octubre, Arenas hizo trascender a todo el mundo financiero presente que él llevaría las riendas de la agenda laboral y que tenía el aval de Palacio para ello. 
Fuentes cercanas a Andrade señalan que él no articuló la reunión, sino que la idea salió de Trabajo.

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